No sé ni entiendo que me ata a esto... ¿tú? ¿tu ser?  Contigo no sé qué es lo que pido ni lo que ofrezco.

¿Es el poder tenerte, es el poder detenerte o... es el exquisito poder DE tenerte?

Es una sensación parecida a la de robarle a la tierra la más hermosa flor... aun sabiendo que no tendrás para ella un lugar mejor... ¿Pero eso qué importa en un momento así? Tengo en casa un florero precioso... para los tres días de tu encandilante encanto...

Vamos... es el reto, es la adrenalina, es la incógnita, la sorpresa y la ironía de que siempre atiendes mi llamado... y sin más vuelves aquí, vuelves a mi... por que acudir a mis palabras es corresponder a mi sentir.
Quizá debo insistir por que quizá tú debes negarte, pero al final de la llamada terminaremos con una cita acordada.