...Porque de un lado estás tú... y del otro lado todos los demás...



miércoles, 11 de diciembre de 2013

La Mala Fe


Renunciar a algo…. o más difícil aún… dejar ir a alguien, no significa perderle.

A menudo se oyen frases como: “Ah sido por que le tiene mala fe” ó “Lo ha hecho de mala fe” pero poniendo atención a estas palabras, comprendí lo poco que las había analizado antes.

Cuando Jorge le aseguró a su “mejor amigo” Mario que besar a otras mujeres no era infidelidad y que la infidelidad no era infidelidad si nadie lo descubría, lo hacía de mala fe.
Jorge estaba enamorado de Lucy, la novia de Mario.

Cuando Any, aburrida, inventó que tenía una nueva relación sólo para divertirse rompiéndole el corazón a Dan, quien creía todas sus palabras, lo hizo de mala fe.
Any sabía que Dan estaba enamorado de ella.

Igualmente, cuando José llamó a Karla a media noche, fingiendo que estaba ebrio para decirle tonterías y luego negarlo al siguiente día… fue un acto de mala fe.
De sobra está decir por qué.

Mentir, lastimar, inventar, diseñar una historia de difamaciones, edificar una personalidad falsa, fingir fragilidad, llenar un saco de orgullo, presunción, malicia e infidelidad… lejos de ser una maldición, sólo son actos de mala fe que cargan consecuencias en su interior.

Cuando me subo a la cama a mirar por mi ventana… lo que más me gusta admirar es el cielo. Veo aves sobrevolando, arboles, casas… el río y a lo lejos, puedo ver en lo alto de un cerrito la “famosa” escultura de una iglesia.
Mi ventana es uno de mis escaparates favoritos…
Me gusta perderme en pensamientos mientras admiro el paisaje. No importa si ese cielo mío está azul lleno de nubes enormes y blancas… o si como otras veces tiene esa textura tierna y aborregada. Tampoco importa si está nublado, si su color no es tan vivaz, ya que no pierde por ello hermosura ni realeza. Por las noches, decorado con estrellas y la luna, ese cuadro que se forma en mi ventana y que es obra de un arte superior a lo humano, no tiene descripción.

“Dicen que los ojos son la ventana del alma… y cuando miro tu alma… que no te asusten mis palabras, que  tan sólo por respeto diré que no veo nada.”

Me di a la tarea de entrevistar a algunas personas y conocer lo que ellos entienden como “mala fe” ¿existe realmente la mala fe? ¿de dónde nace, quien la tiene?
 Al escuchar, leer  o dialogar acerca de este término bajo las perspectivas de diversos  ángulos, profesiones, religiones, perspectivas o reflejos, quizá sea posible contener algo más concreto de ello.


“Entiendo que es hacer algo con toda la intención de provocar un daño en alguien más como consecuencia. ¿Un ejemplo? Pues cuando alguien sabe que no es dueño completamente de algo, una casa, por ejemplo, y aun así se la renta a un tercero, hace un contrato y oculta información (como que es dueño compartido) eso es actuar de mala fe. Tenerle mala fe al alguien pues me suena a desearle algún mal, a tener un concepto prejuiciado de esa persona.”
Elizabeth Periodista, editora en jefe y reportera.

“Mala fe... quien o quienes lo utilicen se estarán refiriendo a una actitud de mala gana, de hacer mal. Ejemplo: No te pasa la tarea (por mala fe) esto por querer perjudicarte."
Viridiana, psicóloga.

"Malas intenciones. Cuando alguien propone un trato con mala saña, con dolo, conocimiento, ventaja. Eso es mala fe."
César, abogado.

"¿Mala fe? Sin duda tener una religión equivocada."
Alejandro, pastor.
"Imagínate, mala fe puede referirse a varios conceptos:
Mala fe, actitud maliciosa o temeraria.
Mala fe, concepto legal que denota un propósito de engañar a la otra parte en un acuerdo. Lo primero que a uno le viene a la mente es que cualquiera podría ser acusado perfectamente de actuar de mala fe. La actuación intencionadamente maliciosa y lesionar derecho ajeno y no cumplir con un deber. unos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro."

José, policía.

"Cuando haces algo intencional que afecta a alguien y ya lo sabes. Ponchar una llanta a propósito, pues sabes que le va afectar a esa persona."
Alejandro, ingeniero.

"Es una acción que haces compromiso, no por que te nace. Aquí en mi trabajo había un trabajador que dormía con otros compañeros de cuarto y a finalizar la quincena nos tocaba bajar... y a unos de los trabajadores un día antes se le perdió su tarjeta donde nos depositan... pues esta otra persona se la robo."
 Edoardo, empresario.

"Es cuando haces algo con malas intenciones. Tal vez no es ese el concepto, es más bien, cuando no crees en alguien; cuando no le tienes confianza a una persona pero ésta persona insiste en ser confiable."
Marian, arquitecto.

"Depende del contexto de la frase, pero básicamente se trata de algo negativo, cuando alguien actúa de "mala fe" que te hace "una mala jugada" así lo entiendo yo.
Una infidelidad a tu pareja eso se me haría actuar de mala fe pues no hay honestidad." 

Iraiz Diseñadora Gráfica.

"Ser cruel, ser despreciante, ser cortante, ser “mala onda” Tiene muchos la mala fe. Siempre estás tratando de que al otro le vaya mal. Que siempre haces las cosas a escondidas de esa persona que confía en ti. Siempre estás pendiente de qué hace para que todo le salga mal."
Mayte, secretaria.

"A un término utilizado para suponer una idea no concreta de lo que crees. Creo que es una especie de autoengaño, la negación a tu propia existencia y tu propio razonamiento.
Un término utilizado para referirse al cierto límite de lo que puedas creer y lo que razones."
Daniel, universitario.

"Mala intención o intenciones negativas. Aconsejar a alguien que haga algo que le va a perjudicar o a afectar, diciéndole que es bueno." 
Javier, policia.

martes, 10 de diciembre de 2013

INTRODUCCIÓN


Este es el comienzo de un relato que, realmente no sabía cómo empezar a abordar... pero haremos lo posible y con la mejor intención. En esta parte, que es así como la introducción, quisiera agradecer de antemano a cada una de las personas que participaron conmigo brindándome su tiempo en las pequeñas entrevistas.

A ti... si algún día pasas por aquí, espero que lejos del mensaje puedas comprender el sentimiento y la intención.

Dejar de amar o ser amado por algunas personas, que nos ame una persona a la que no podemos corresponder o amar a quien no puede correspondernos, NO significa renunciar al amor.

Renunciamos al amor cuando dejamos de amarnos, cuando creemos que es posible amar más a quien no nos ama, que a nosotros mismos...

Cuando pasamos por alto vejaciones a nuestra integridad, a nuestro amor propio, cuando justificamos lo que realmente nunca debió pasar... cuando decidimos creer en promesas que contrastan severamente con el cuadro de los actos en la realidad.

Entonces, mujer... no dejes de AMARTE, no permitas que una persona que se escuda tras una falsa mascara de vulnerabilidad, empañe tu visión. Los sentimientos pueden ser complejos y el amor violento pero en una violencia poética que trata de pasión.... no de heridas permanentes en tu corazón.

Es así que quiero dedicar esta historia a una mujer que al igual que yo, vive deseando proteger a esa pequeña y frágil niña que un día fuimos. A ella, a esa niña…

Ella no es otra más que tú… así que óyela, entiéndela… recuerda si te condenas por salvarla no habrá redención para ninguna de las dos.


lunes, 9 de diciembre de 2013

La mirada de mi niña...

Hace poco me topé con una de esas imágenes que están tan de moda en las que se acostumbra a poner una pequeña reflexión, frase poética o amorosa. La que yo vi tenía una pregunta singular... ¿estaría, el niño que fuiste, orgulloso del adulto que eres ahora?

Esto me hizo caer en una lluvia de pensamiento y de ideas.

En primer lugar por que... pensé que tal vez muy pocos recuerdan realmente lo que decían, hacían o solían pensar o idealizar cuando eran pequeños... y aunque sinceramente yo no recuerdo todo, tengo muy bellas memorias de mi infancia. Además, nunca he dejado de sentir que llevo de la mano a esa niña, para muestra en este mismo blog existe una publicación titulada "El corazón de mi niña" donde queda claro mi deseo por protegerla, desvanecer sus temores en un abrazo enorme para que ella sepa que nunca estará sola; me tiene a mi siempre que desee estar a mi lado. Lucharé por realizarla y complacerla  con todo lo que ahora sé y puedo hacer.

Ella siempre decía que quería ser licenciada... ¿en qué? no sé... y recordarlo inevitablemente me desprende una sonrisa desde el fondo del alma, porque su forma de plantear ese ideal era firme, claro, sin titubeo. Visualizaba, con la sencillez que le suponía, terminar una instrucción escolar, ser "licenciada" y ya!
Ahora estamos al filo de aquellos... por fin terminamos la universidad!!!

Abandonamos el camino largo tiempo, pero pudimos reincorporarnos... :P vida hay poca, tiempo sobra... nosotras, gracias al cielo seguimos con tiempo de vida :D Ahora nada más falta la titulación...

La estoy mirando a los ojos, me ve con esa sonrisita pícara y con su cabellito corto enmarcándole el rostro. Me inclino hasta quedar a su altura. He de explicarle que falta hacer la tesis...
-¡¡Lo séee mi amor, lo mismo me sucedió!! Nadie me dijo que iba a necesitar mucho dinero para la tesis y la titulación! ¬¬  Ser licenciada es un poco más complejo de lo que imaginamos :P pero a estas alturas no nos vamos a rendir ¿o si? :P

Sé que he descuidado nuestra estabilidad física. Haré dieta u_u por que ahora sí... después de la ceremonia de graduación, te llevaré con él... :) verás a tu amor otra vez. Si quieres le puedes contar que ya eres licenciada :P

¡Yaaay! estamos cerca del sueño de canalizar nuestros talentos a su disposición :P
Suspiro profundo y la abrazo. Ella se rie emocionada y se apega con fuerza a mi.
Ese sueño es de amabas, puesto que es una ilusión que se forjó durante esa etapa de transición en que ambas nos fundimos para ser una por siempre sin dejar de habitar este mismo cuerpo las dos.
Hablamos en primera persona, por que compartimos el mismo ritmo de los latidos... antes y ahora.




Vamos a amarnos siempre, por que en lo más profundo de mi alma ella guarda los tesoros de mi... de nuestro más grande amor, de nuestras ilusiones, nuestros lutos, recuerdos, las historias que hemos escrito juntas... nuestra pasión, diversión, la razón de nuestros desvelos, las intenciones de nuestros actos, la verdad de nuestros silencios y el por qué de nuestra frialdad en ciertos momentos. En fin, la mezcla de toda la belleza, de lo que más nos entusiasma, de lo que llena nuestra alma, de lo que nos lleva al filo de la euforia, todos nuestros más evidentes rasgos y características ante el mundo, así como cada secreto...